Las redes sociales, ya se sabe no forman parte de la fórmula de posicionamiento para Google. La empresa compite con las redes sociales en la venta de publicidad; en ambos los servicios son gratuitos, pero en realidad, no lo es, la moneda de cambio es más importante: el conocimiento, los gustos y preferencias de los usuarios y con ello, poder venderle a las empresas esos datos.
Sin embargo, lo mismo que a las redes sociales, lo importante es que se necesita detectar los verdaderos clientes, los que concretan la compra.
Por ello, Google, ha eliminado los accesos desde las redes sociales, como parte de la fórmula del posicionamiento en buscadores, clics provenientes de redes sociales no son de calidad ya que provienen más por apoyo que por intención de convertirse en clientes.
Las redes sociales no se preocuparon, en principio, ya que ellos cuentan con millones de usuarios, que es el capital con que Google cuenta también, sin embargo, al ser los objetivos diferentes, Google tiene un público directo y objetivo, bien determinado lo que ese público busca; en cambio, las redes sociales participan de otra manera, lo que produce el efecto de utilizar viejas técnicas de marketing, las cuales no han demostrado ser eficaces para los nuevos hábitos de los usuario.
Ya Facebook muestra resquebrajamientos en su estructura comercial, las empresas han comenzado a notar que la agestión de las redes sociales es superior al beneficio, sobre todo cuando se compara con pagar clics a Google mismo, los PPC; y sobre todo cuando Facebook crece, a costa de los usuarios, cotiza en bolsa, y éstos cotizan en bolsa, los usuarios comienzan a tomar conciencia que el servicio no es gratis, y son usados como mercadería de cambio, sobre todo aspectos de la intimidad de las personas, que comparten en las redes sociales, lo cual ha generado no pocos problemas de orden, precisamente social, que interviene en lo comercial.
Debido a las dificultades con Facebook, y a al desprestigio que arrastra con políticas inadecuadas, como por ejemplo, solicitar acciones o datos que los usuarios no están dispuestos a dar, conminándolos con actividades de control de identidad a que los usuarios no estaban dispuestos, o invadiendo todo el tiempo con publicidad que el usuario rechaza; la caída era previsible e importantes empresas se han bajado de esa red.
Pero, Facebook no ha desaparecido, y parece que no lo hará, por lo menos hasta que consigan posicionar su aplicación alternativa, Instagram.
Intagram en principio, parece diferente, pero es el mismo fraile con distinta sotana y una novedad: Instagram ha decidió moverse de la dependencia de los buscadores y premiará justo lo que los buscadores penalizar: comprar seguidores.
Las ventajas de Instagram son las mismas que las de Facebook, es un método llamar “ventajas” a más de lo mismo, pero habla del apoyo publicitario para establecer una diferencia para catar usuarios.
El problema, parece ser que el efecto es el mismo que con Facebook, salgo el hecho de que se pueden crear diferencia, y aquí hay una real: Instagram impulsa comprar seguidores.
Crecer son más seguidores, traducen los diseñadores de aplicaciones, de manera que neutralizan las normas de buscadores, trabajando en esa parte que los buscadores prohíben: comprar seguidores, bajo la idea que no importa cómo se obtengan seguidores, es popular tener muchos, sin importar cómo llegan.
Instagram manifiesta con ello compartir sus ganancias.
El método es sin duda una rebelión contra las normas de los buscadores, que por otra parte ya ignoraban a las redes sociales, justo por las prácticas de manipulación.
Se estima que la acción, seguirá por sus carriles, con éxito o no, pero los buscadores seguirán siendo los reyes de la Internet, son sencillos, útiles y necesarios, y si se va a pagar por clics, mejor comprarlos a Google, de efecto directo, sin necesidad de aprender nuevas técnicas o probar teorías, o también, consultar por posicionamiento natural, que no requiere ni pago de clics, ni uso de redes sociales más que para su fin: comunicación.
